"Crónicas de Ávalon" Emilio Carrillo B (20) Práctica del Ahora - 4.

Aún Nimue no había abandonado su postura za-zen cuando ya Igraine estaba incorporada de su silla para iniciar su nueva disertación. Intuí que era algo preparado para transmitir una sensación de celeridad que debía caracterizar la fase a la que habíamos llegado.

-Los conceptos ya no son importantes. Disfrutamos de un saber mucho más profundo que el que se plasma en conceptos mentales. Una sabiduría innata para el Ser interior que emana del estado sin pensamiento, en quietud y alerta. Actuamos libres de culpa y sin estrés; sin los apegos e insatisfacciones del ego; y sin resistencia al momento presente. En el fondo sentimos un estado de alerta que es la esencia del Ser. Y al adquirir esta conexión con el Yo verdadero no utilizo el ahora en otra cosa (ni acumular conocimientos, ni meditar, ni experimentar,…) que no sea Amar.
En el momento presente nuestra acción será sólo y absolutamente Amor incondicional. Un Amor que no es de este mundo, porque el mundo tridimensional es forma y este Amor radica en lo que no tiene forma, en nuestra dimensión profunda que proyectamos a las formas del momento presente. Observamos sin enjuiciar que en el mundo exterior cada persona tiene sus ocupaciones, pero que en el interior todos tenemos un mismo y único propósito: traer el Cielo a la Tierra; vivir en las dos dimensiones y ser una puerta para que la dimensión informe fluya y entre en el mundo de las formas para convertirlo no en algo hostil, sino bondadoso, con Amor-.

Igraine se detuvo unos handles y fijó su vista en mí antes de reanudar la exposición. En su mirada contemplé la misma pureza, belleza y paz que inundan toda Ávalon.

-Ya alcancé el “conócete a ti mismo”: soy consciente de lo que soy (alerta) y de lo que es Real (espacio); y siento mi Ser profundo estrecha e inseparablemente ligado a la Unidad. Un estremecimiento de quietud y movimiento me recorre energéticamente cuando me inunda tal conocimiento de mí mismo. ¡Tantas travesías buscándolo por fuera en piloto automático y resulta que lo encuentro en mi interior cuando conscientemente decido tomar el mando de mi vida!.
Y “ahora” que lo siento sé que es un estado más allá de los pensamientos e imposible de captar como objeto mental. Tal es así que esta es la mejor manera de expresar el conocimiento de uno mismo: uno no puede conocerse a sí mismo porque uno no es uno, sino Uno. Indefinible, innombrable, indescriptible e infinito; no admite definición porque ningún pensamiento, ninguno, puede abarcarlo. Y entre ese Uno y Yo no hay diferencia ni separación alguna-.

Ahora sí hubo un intervalo, incluso largo, entre la toma de asiento de quien había hablado y la incorporación de la ponente que asumía la responsabilidad, en este caso, la Reina de las Tempestades.

-Yo soy el Ser Uno hasta el punto de que no puedo explicar con palabras la realidad de la Unión. Soy la Sabiduría y, sin embargo, me es imposible utilizar los conceptos, no tengo ningún pensamiento o definición de quién Soy porque lo real escapa de las categorías mentales. Soy un continuo momento presente en el que lo eterno se desenvuelve. Soy Creación. Soy la Consciencia e Inteligencia que me hacen Creador. Soy Creación y Soy Creador. Soy el Espacio en el que todo surge. Soy el Amor incondicional que el ego no entiende y que Yo, un estado de Dios, Dios mismo, plasmo en el plano humano para que el Amor Incondicional, Contra Resistencia, fluya en la tridimensionalidad.
Siento en lo más íntimo que Yo soy el Milagro. El mundo es, ni más ni menos, un reflejo de mi consciencia; y lo transformo por medio del incremento del grado consciencial. Y mi vida es mi responsabilidad al 100 por 100, tanto mis actos y pensamientos como los de aquéllos que se relacionan conmigo-.

La Maestra de Hadas repitió la mirada sobre la globalidad de la sala con la que cerró su intervención precedente. Aunque en esta ocasión fue el preámbulo para dar una vuelta de tuerca final a su disertación.

-El mundo no se puede cambiar pensando cómo hacerlo, con programas; no hace falta pensar cómo transformar el mundo. Descubro que para hacer otro mundo mejor posible sólo se precisan ojos nuevos (elevación del grado de consciencia) para “Ver” el mundo. La esencia del Ser es la nueva consciencia que cambia el mundo (las formas) a través mía.

El verdadero Yo dirige conscientemente mi persona. De hecho, vivo una Vida Impersonal. Actúo y realizo las ocupaciones del ahora y, al hacerlo sin cargas, en libertad plena, no doy otra cosa que lo que esencialmente soy, es decir, Amor. Así, transformo el mundo invisiblemente. También mediante palabras escritas o habladas que, de repente, vienen a mi pluma o a mi boca aunque no son mías; y por las acciones que tomo en el mundo ante ciertas situaciones, sabiendo que proceden de lo profundo del Ser y llevan energía de paz.
El nuevo mundo es el reflejo de este cambio interior. Y lo estoy construyendo Yo contigo, que eres Yo, como Yo soy Tú. Este es nuestro destino en el momento presente más allá de los pequeños destinos personales de cada uno. Concentrados en el Ser, desplegamos Amor y conectamos la tridimensión con esa dimensión que no tiene forma, con la Consciencia, Ser, Amor-.

La Reina de las Tempestades guardó silencio, aunque no se sentó. Y Elaine, Nimue e Igraine se levantaron de sus puestos y permanecieron de pie junto a ella. Se cogieron las cuatro de las manos y la Maestra de Hadas elevó la voz para indicar que esta segunda jornada del encuentro de hadas jóvenes había finalizado. E, inmediatamente, informó de lo que depararía la tercera.

-Para completar lo examinado en estos dos Dywrnad, mañana centraremos nuestra atención en una práctica milenaria denominada ho´oponopono. Morgana será la responsable de enseñarnos sus contenidos-.

Y de ellos daré cumplida cuenta en una nueva edición de estas Crónicas.






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