Reflexiono y ¿aprendo?

Buen día Corazones.


Quiero compartiros unas reflexiones de algo ocurrido ayer tarde.

Intento sacar enseñanza de T O D O lo que me ocurre. Esta circunstancia no va a ser menos.

Estoy en plena mudanza. El próximo lunes me marcho a cumplir mi sueño: "Cuando me jubile me iré a vivir junto al Mar". La nueva vivienda está a 15 metros del Río, que va a dar a la Mar y que en este caso (lo siento querido Jorge) es el Vivir.

Medio en broma, medio en serio, repito: "Me voy a iluminar como Siddhartha, el de Herman Hesse "escuchando al Río."
A lo que voy, que me enrollo.

Me voy sin muebles. Hace años que practico el des-apego lo más posible. Vida Nueva totalmente.

El piso -de alquiler- lo tengo que dejar vacío. No me quiero alargar con la historia del piso.

Busco alguien que me desmonte el ropero grande y unas estanterías.

Alguien me ofrece: "Mi marido te lo puede hacer". Encantada de la vida, pues estoy un tanto agobiada, a ratos, con todo patas arriba, dar de baja: luz, agua, teléfono, bombona ... Gestiones habituales y que hacía muuucho tiempo que no tenía que emprender. Yo sola. Una vez más, la Vida me está mostrando: "Puedo hacerlo todo sola". No es feminismo a ultranza. Es una realidad.

Vuelvo al tema de hoy: viene este chico y hace el trabajo requerido. También incluía llevar unos enseres a la casa familiar, ya que no tengo coche y mis hermanos están todos muy ocupados.

Amén de otros incidentes que no vienen al caso, recién descargados los enseres en el portal, A. me pregunta con apremio (o así lo interpreté yo): "¿Me vas a pagar?".- "¡Claro, ¿cuanto te debo?".- "Son 50 euros". 😓

Mi descoloque fué mayúsculo. No era el momento de ponerse a discutir por unos euros. Yo había aceptado su ofrecimiento sin preguntar cuanto me iba a llevar por los trabajos. La res-ponsabilidad, que no culpabilidad como repito a menudo, era mía. Asumo mis experiencias desarmonizantes y más si yo las he producido. COHERENCIA es algo que intento integrar en cada momento de mi vida. 

De vuelta en casa, más sosegada, sólo pienso: "Me alegro si por 1 hora y media de trabajo le pagan esa cantidad, ya que eso implica (hice cuentas) que su sueldo es muy elevado." Me da que no es así. Otra cuestión que experimento con el dinero es: "Seguro que a la otra persona le hace más falta que a mi, o cree que lo necesita más que yo."

Todos tenemos derecho a poner un precio a nuestro tiempo. Aunque es algo muy terrícola, en esta experiencia necesitamos dinero -que no deja de ser una energía que debe F L U I R.

Hace un tiempito no muy lejano, seguramente me habría cogido un cabreo del 15 a la enésima potencia. Ahora, gracias a mi tarea conmigo misma, aunque tengo aún a mi lorito diciéndome de vez en cuando "¡Qué barbaridad!" lo acallo fácilmente.

"Todo es Perfecto y Correcto" como repite mi querida Ma Jesús.

Todo es una enseñanza, que repito yo. La cuestión es que seguro que volveré a caer en las mismas, puesto que la cuestión terrícola se me resiste. Es una de mis muchas tareas.

Otra cuestión que se me ocurre: "Confiar en la Vida y en los seres humanos" no tiene nada que ver con estas historias. ¿Dónde dejo mi archi-famoso "libre albedrío"? No voy a tirar balones fuera haciendo responsable de mis decisiones poco acertadas a otros, cuando solamente yo soy la res-ponsable (repito: que no culpable).


ENSEÑANZAS:

- Antes de aceptar que me hagan un trabajo: pregunto presupuesto, aunque sea a mi propio hijo. Así me evitaré sorpresas desagradables.
- No hagas suposiciones acerca de nada ni de nadie. 
- La prisa es mala consejera.
- TODO tiene muuuuuchas lecturas. 

PD: Acabo de leer un güasa de la mujer de A "vamos a tener que pagar una multa de 50€ por parar de forma indebida."


(Encarna G M)




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