Discapacidad, karma y significado.
Discapacidad, karma y
significado
(Jim Colbert – EE.
UU)
La pregunta del “por
qué estoy yo discapacitado
y otros no” es una pregunta que
atormenta a muchas personas afectadas por alguna discapacidad. ¿Por
qué yo? ¿Hay algún significado especial que deba entender? Y si es
así, ¿cuál es? Por supuesto, estas preguntas van mucho más allá
de la discapacidad. La sensación que se tiene de que: ‘Creo que
debería hacer algo con esta vida’, pero ‘no estoy seguro de qué
es’ - es algo de lo que mucha gente se lamenta.
La discapacidad
conlleva cierto grado de sufrimiento. El 80% de los más de seis
millones de personas discapacitadas que viven en países del Tercer
Mundo pueden ser testimonios de ello. Los que no tienen dinero ni un
sistema de apoyo muchas veces pasan hambre y viven en un ciclo
interminable de privaciones. La difícil situación de los
discapacitados implica en sí misma una pesada carga. La sociedad en
general contempla la discapacidad con una mirada abatida. A pesar de
sus importantes leyes federales, en los Estados Unidos la tasa de
empleo para los discapacitados es del 41%. La mayoría están
subvencionados por el gobierno. Con suficiente dinero y una familia
de apoyo, muchas de las personas discapacitadas podrían salir
adelante, adaptándose a la discapacidad y siendo independientes.
Pero la gran mayoría de los discapacitados de la mayor parte del
mundo viven sin dinero ni apoyo. Para los que cuentan con apoyo, éste
suele proceder, por lo general, de los amigos o de la familia, que
deben dedicar un gran esfuerzo para su cuidado. La discapacidad,
pues, no implica sólo a millones de víctimas, sino también a
millones de cuidadores.
Según James Carlton en
su libro, ” Nada
sobre nosotros, sin nosotros: Discapacidad, opresión y
empoderamiento.”: “La gente con
discapacidades sigue estando marginada en todo el mundo y vive en
medio de la vergüenza y la miseria en poblaciones que carecen no
sólo de recursos para ayudarles sino también de comprensión. Y
como el número va aumentando, su situación empeora... La percepción
normal es la de que no se puede hacer nada por los niños
discapacitados. Es algo que tiene que ver con los prejuicios y con la
idea anticuada de creer que es un castigo de Dios, de los espíritus
malignos o la hechicería... Es una situación catastrófica en
cuanto a los derechos humanos…Ellos [las personas discapacitadas]
son un grupo sin poder alguno.”
Carlton más adelante
escribe: “Millones de personas
con discapacidad se mueren de hambre, y muchas más están
hambrientas. El subdesarrollo ha llevado a la miseria a cientos de
millones de personas con discapacidad. Las personas con discapacidad
son el grupo más pobre y aislado en los lugares más pobres y
aislados.”
La pregunta “Por qué
soy como soy y no tengo ni dinero ni apoyos”, equivale a decir,
“¿por qué me ha tocado llevar este karma tan pesado?"
Preguntarse sobre su significado puede parecer un lujo, dada la
escasez de recursos necesarios para la supervivencia. No obstante,
convendría recordar aquí la cita de Nietzsche: “El que tiene un
POR QUÉ para vivir puede soportar casi cualquier CÓMO”. Una de
las razones que suelen darse respecto al “por qué” de la
discapacidad es que se trata de “una lotería”. Simplemente ha
ocurrido así. La idea de la casualidad o coincidencia sería algo
que muchos aceptarían. Simplemente estaba en el lugar equivocado en
el momento equivocado. En otras palabras, la discapacidad no tiene
ningún significado. En cierto sentido es la actitud que adoptan
muchos de los discapacitados. A veces un discapacitado oye lo
siguiente: “Eres muy valiente. Es extraordinario lo que haces, con
la discapacidad que tienes. Yo no sería nunca capaz de hacerlo”.
Es algo que carece de sentido para muchos discapacitados, porque
simplemente están haciendo lo que pueden, dada su discapacidad. No
ven que haya nada especial en ello. Sólo tratan de adaptarse a lo
que se les ha dado.
La teoría de la
'casualidad' está muy extendida en la ciencia moderna. Tomemos, por
ejemplo, la declaración de Edward O. Wilson - un científico ganador
del Premio Nobel, que escribió lo siguiente en su libro, El
Sentido de la Existencia Humana: "La
humanidad surgió como un accidente de la evolución, un producto de
mutación arbitraria y selección natural. Nuestra especie fue sólo
el punto final de numerosos giros y vueltas en un solo linaje de
primates del Viejo Mundo (prosimios, monos, simios, humanos) de los
cuales existen hoy en día varios cientos de otras especies nativas.
En otras palabras, la existencia en sí no tiene ningún
“significado” y mucho menos la discapacidad. Todo ‘simplemente
sucedió así’."
Otra teoría sobre el
“por qué” de la discapacidad es la de que existe algún fallo
intrínseco en la persona discapacitada. Puede que hayan pecado, o
incluso peor, puede que tengan demonios. Dios les ha dado una prueba
especial. Deben soportar lo que les ha sido dado para demostrarle a
Dios que son dignos. En Levítico 21:17-23 leemos este pasaje: “El Señor, hablando
a Aaron, ‘Ninguno de tus descendientes ni de todas sus generaciones
que tenga una imperfección puede acercarse a su Dios para ofrecerle
alimento. Porque nadie que tenga un defecto se debe acercar, nadie
que sea ciego o cojo, o que tenga la cara mutilada o una extremidad
demasiado larga o que tenga el pie o la mano rota o un jorobado, o un
enano, o un hombre con un defecto en los ojos o una enfermedad de
picazón o costras’”.
En el Nuevo Testamento,
Jesús sana a los discapacitados, pero lo hace expulsando a los
demonios y/o perdonándoles por sus pecados. Esto supone que los
discapacitados tienen pecados o demonios en contraposición a quienes
no los tienen.
Kim E. Nielson, en su
obra, Una Historia de los
discapacitados de los Estados Unidos,
hace una fuerte afirmación: “… la historia de
la discapacidad ha sido con frecuencia una historia de estigmas y de
orgullo negado en particular cuando la discriminación define la
discapacidad y a las personas con discapacidades como defectuosas e
inadecuadas, y cuando la discapacidad se utiliza para crear y
justificar unas jerarquías. Las ideologías discriminatorias
convierten el orgullo en algo difícil para las personas con
discapacidad. Y como Clare ha escrito, 'El orgullo no es una cosa no
esencial. Sin el orgullo, es mucho más probable que las personas con
discapacidad acepten incondicionalmente la condición material diaria
de la discriminación: desempleo, pobreza, educación segregada y
deficiente, años encerrados en centros especiales, violencia
perpetrada por cuidadores, falta de accesos. Sin el orgullo, la
resistencia individual y colectiva a la opresión resulta casi
imposible'. Pero el orgullo junto con la discapacidad no es algo
fácil de conseguir. La discapacidad se ha impregnado de vergüenza,
se ha vestido de silencio y se ha enraizado en el aislamiento.”
La esterilización
forzada (más de 65 mil americanos en la década de 1960 (Kim E.
Nielson) “y las leyes más restrictivas de la inmigración en la
historia de los E.E.U.U. (restringiendo al discapacitado) forman
parte de la historia de la discapacidad.”
En su discurso de 1923
sobre el Estado de la Unión, el presidente Calvin Coolidge proclamó,
“América tiene que seguir siendo americana. Con este objetivo, es
necesario seguir una política de inmigración restringida”. Dicho
de manera más directa, esto significa que hay algo defectuoso en las
personas con discapacidades y hay que esterilizarlas para que no se
reproduzcan en la sociedad.
Si tratamos de tener en
cuenta la teoría de la reencarnación, aunque juzguemos duramente la
causa de las discapacidades físicas de las personas, podríamos
decir que los discapacitados hicieron algo en una vida anterior. Sin
embargo, si pensamos en la culpabilización de la víctima, ¿qué
diferencia habría entre la evaluación de una persona discapacitada
que está siendo castigada por los pecados de una vida anterior y la
explicación bíblica según la cual arrostraban el mal del pecado
original?
En lugar de considerar
la discapacidad como un castigo por el pecado original o por los
actos de una vida pasada, tal vez sería una perspectiva más
elevada, que se tuviera realmente en consideración la teoría de la
reencarnación, es decir, que la discapacidad es una oportunidad de
equilibrar el karma.
En la revista Sunrise
(febrero/marzo de 1982), Grace F. Knoche, autora teosófica, escribió
un artículo titulado, “¿Es justa la
vida?”. En él incluye un pasaje de
una carta que recibió de uno de los lectores que decía: “En algún lugar de
una de las publicaciones recogí una idea que no me gusta nada. Puedo
estar mal interpretando, pero creo que el concepto era la posible
consideración de ver una aflicción congénita como un castigo por
alguna transgresión de una reencarnación previa. Esa propuesta me
parece muy injusta. El ser humano no puede saber nada de su vida
anterior; entonces ¿de qué sirve el castigo si el castigado ni
siquiera sabe, por ningún método fiable, que había cometido un
delito?”
Aquí está la
respuesta aclaratoria y compasiva que le da la Sra. Knoche a su
interlocutor: “… en primer lugar,
no creo que nadie pueda decir categóricamente que un niño nacido
con un defecto congénito esté pagando alguna fechoría de una vida
o varias vidas anteriores. Bien podría ser el caso; pero igualmente
puede que no lo sea en absoluto. ¿No es posible, por ejemplo, que
una entidad que regresa - ya que somos sobre todo almas espirituales
– pueda estar lo suficientemente avanzada como para elegir el karma
de una grave malformación con el fin de conseguir una comprensión
más profunda del sufrimiento humano?”
La respuesta de la Sra.
Knoche es quizás una visión más filosófica del motivo de la
existencia de personas discapacitadas: El Yo Superior de la persona,
en algún nivel, elige ser discapacitado en esta vida. El desafío de
llevar una vida con discapacidades se puede considerar como una forma
de equilibrar alguna tendencia de vidas anteriores.
La literatura
teosófica nos habla de lo que se conoce como La Visión del
Nacimiento, una revisión de lo que va a ocurrir en la vida que está
a punto de iniciarse. H. P. Blavatsky, en su libro La clave de la
Teosofía, escribe: “Así como el hombre,
en el momento de su muerte, tiene una visión retrospectiva de la
vida que ha llevado, del mismo modo, en el momento de volver a nacer
en la tierra, el Ego, que despierta del estado del Devachán, tiene
una visión anticipada de la vida que le espera y se hace consciente
de todas las causas que le han conducido hasta aquí. Se da cuenta de
ellas y ve el futuro, porque es entre el Devachán y el renacimiento
cuando el Ego recupera la plena conciencia Manásica y por un corto
tiempo vuelve a ser el Dios que fue antes de descender, entrar en la
materia y encarnar por primera vez en hombre de carne y hueso,
siempre de acuerdo con la Ley Kármica”.
Según la Historia de
la Discapacidad, de Nielsen, previamente citada, la mayor parte de
las tribus indígenas americanas enseñan lo siguiente: “… el espíritu
elige el cuerpo que va a ocupar. Así cada persona es responsable de
quién es y de qué es; no puede culpar a otros de las deficiencias
de su cuerpo. Los espíritus eligen su cuerpo físico a fin de llevar
a cabo su propósito. Si un individuo no cumple con su propósito, no
es culpa del cuerpo –independientemente de lo que ese cuerpo pueda
o no pueda hacer. Cuando lo que importa es un espíritu equilibrado,
los distintos cuerpos importan menos”.
Annemarie Postma, en su
libro, The Secret Within: No Nonsense
Spirituality for the Curious Soul (El
Secreto interior: Espiritualidad práctica para el Alma Curiosa),
postula que nuestra alma toma la decisión de adoptar una
discapacidad: “… esto me ha
dejado claro que una forma externa 'dañada' no es ningún castigo,
sino más bien un privilegio que te permite vivir a un nivel muy
consciente y contribuir sin complejos a la vida de los demás. Es muy
similar al hecho de llevar un traje hecho a la medida, pensado para
encajar perfectamente y posibilitar el llevar a cabo la tarea que tu
alma eligió.”
C. Jinarajadasa, en un
artículo sobre la ceguera (Theosophist
magazine, 1941) escribió: “Cuando... la
Conciencia está limitada por los Señores del Karma, podemos estar
seguros de que nunca representa un castigo, sino que siempre es una
experiencia de la cual el Alma debe obtener lo que necesita para su
desenvolvimiento.”
Más adelante escribe: “El motivo por el
que, en el proceso de expansión de nuestra Conciencia, algunos deben
aprender a través de la ceguera y otros no, es algo que no entiendo.
Sin embargo sabemos, por los primeros principios, que no sólo tiene
un significado, sino también un significado inspirador. Algún día
comprenderemos cada detalle de estos procesos kármicos. Hasta ese
día, añadamos a nuestra actitud de simpatía por quienes sufren la
ceguera una actitud de reverencia hacia quienes están aprendiendo
una gran lección espiritual que no nos corresponde a nosotros
saber.” La manifestación del
Sr. Jinarajadasa sobre “la reverencia” hacia los discapacitados
merece nuestra profunda consideración. Observad que él no
identifica el karma como retributivo y/o castigador.
Hay un artículo en la
revista Vidya,
del Verano de 2016, que nos proporciona una explicación del
sufrimiento que, según este escritor, es muy profunda. Hace
referencia a una conversación que tuvieron el Dalai Lama y Huston
Smith (el fallecido estudioso de las religiones) acerca de un pasaje
bíblico de Isaias que muestra cómo el pueblo judío es elegido como
la tribu errante que se hace cargo del sufrimiento de la humanidad.
También se nos sugiere que el pueblo tibetano está cumpliendo ahora
un destino similar ya que ha perdido su patria. ¿Podría ser que las
personas discapacitadas hayan asumido algo parecido? Tal vez fue una
opción, previa a su nacimiento, de asumir parte del sufrimiento.
Tal vez todos los que
sufren - sufren por todos. ¿Puede ser que cuando experimentamos el
sufrimiento tengamos la oportunidad de tener una visión más amplia?
Quizás es por eso que en La Voz del Silencio leemos: “¡Ay de
aquellos que no sufren!”. ¿Por qué el sufrimiento forma parte
integral del crecimiento espiritual? ¿Acaso es el Dharma de la
personalidad promover la satisfacción, el placer, y la seguridad?
¿Acaso es el Dharma del Alma promover el cambio, el crecimiento y el
desenvolvimiento–y por lo tanto el sufrimiento? Cada etapa de
crecimiento hacia otros niveles más elevados de Conciencia implica
el dolor de dejar ir una etapa anterior. El significado de la
discapacidad podría ser, al menos para muchos, una oportunidad de
crecer.
No estamos diciendo que
el sufrimiento que Victor Frankl describió en El
hombre en busca de un significado (campos
de concentración, tortura y hambre) sea el mismo que el que padecen
los discapacitados, pero en algunos casos es parecido. Este autor
escribe sobre la pesada carga que llevan los que sufren: “Estas
tareas, y por lo tanto el significado de la vida, difieren de hombre
a hombre y de momento a momento. Por esto es imposible definir el
significado de la vida de un modo general”. Frankl continúa: “Ya hace mucho tiempo
que dejamos atrás la etapa en la que preguntábamos por el sentido
de la vida, una pregunta ingenua que entendía la vida como el logro
de algún objetivo mediante la creación activa de algo de valor.
Para nosotros, el significado de la vida abarcaba los ciclos más
amplios de la vida y la muerte, del sufrimiento y del morir”.
Frankl más adelante
explica: “Una vez que el
sentido del sufrimiento se nos ha revelado, nos negamos a minimizar o
empequeñecer las torturas de los campos, ignorándolas o abrigando
falsas ilusiones y adoptando un optimismo artificial. El sufrimiento
se había convertido en algo a lo que no queríamos dar la espalda.
Nos habíamos dado cuenta de sus ocultas oportunidades de logros, de
las oportunidades que impulsaron al poeta Rilke a decir
“¡Wievielistaufzuleiden!”
(¡Por cuánto sufrimiento debemos pasar!). Rilke hablaba de 'tener
que sufrir igual que otros hablaban de tener que trabajar' “.
Victor Frankl: “Hay
sólo una cosa que temo: no ser digno de mis sufrimientos” - llega
a la esencia de la búsqueda del significado que se halla dentro de
todos nosotros. Persiste la pregunta de por qué estamos involucrados
con las personas con las que estamos: con nuestra familia, nuestros
amigos, nuestra profesión, nuestros negocios, etc. Y llegamos a la
pregunta sobre la Conciencia y sobre el por qué estamos aquí y cómo
sucedió. ¿Por qué elegimos el camino que hemos elegido? ¿Acaso
las pruebas y los sufrimientos de nuestra vida están relacionados
con nuestro destino cósmico?
Es algo especialmente
importante para los discapacitados, porque siempre hay un momento en
que se hacen esta pregunta.
Fin
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