"Crónicas de Ávalon" (29) Dimensionis - 3
+Quinta Dimensión (“D-Sol”) o Dimensión Pluriconsciencial: Es la primera Dimensión estrictamente energética, no física, y escapa a cualquier conocimiento intelectual y mental humano. En ella se empieza a vivir la experiencia de conexión íntima y existencial con el Todo, con la Fuente y su Sabiduría, lo que permite acercarse a lo Real. Tal experiencia ostenta tres importantes consecuencias. Por un lado, se diluye cualquier noción de individualidad, sea física (Tercera Dimensión) o arquetípica (Cuarta). Por otro, se transita de una visión uniconsciencial (la pequeña mirilla de la propia identidad) a otra donde la consciencia individual propia de las Dimensiones precedentes se contempla integrada en un Ente energético y vibracional pluriconsciencial (como si oteara a través de múltiples mirillas), de modo que la existencia que en las Dimensiones anteriores se hubiera calificado de individual, se contempla aquí como una manifestación consciencial más de las múltiples que ese Ente despliega, por más que las diversas manifestaciones conscienciales no mantengan entre sí una conexión consciente y esté limitada su capacidad de movimiento interdimensional. Y, por fin, el tiempo se percibe como un continuo en el que sólo existe el ahora eterno.
+Sexta Dimensión (“D-La”) o Consciencia Multidimensional: Al igual que la Cuarta y Tercera Dimensión, no siendo homólogas, sí ofrecen analogías debido al juego en ambas de la perspectiva uniconsciencial, la Sexta y Quinta, no siendo semejantes, si presentan analogías dado que en las dos se despliega la experiencia pluriconsciencial, que en “D-La” adquiere connotaciones multidimensionales. En concreto, con el devenir en esta Dimensión culmina la conexión con el Todo y su Sabiduría, provocando la desaparición de cualquier concepto o noción de identidad, sea personal (individualidad física, arquetípica o existencial) u ontológica (idea de ser en cualquiera de sus posibles variantes), y la expansión de la consciencia pluriconsciencial, que se hace más compleja y completa y adquiere libertad y poder para moverse y fluir multidimensionalmente. Por ello, por vez primera en el discurrir por las Dimensiones, Ser equivale a No-Ser, contemplándose la existencia cual manifestación consciencial de un Campo o Macro-Vórtice energético, integrado absolutamente, a su vez, en el Hiper-Campo Crístico o Espíritu divino, que se desenvuelve de manera multidimensional y más allá de cualquier limitación temporal, espacial o existencial, en numerosas manifestaciones conscienciales. La conexión entre éstas sí logra aquí, a diferencia de en “D-Sol”, una interconexión plenamente consciente e interdimensional, por distintos que sean los planos en los que desenvuelven sus experiencias.
+Séptima Dimensión (“D-Si”) o Consciencia Unificada: Es la frecuencia Omega (Crística o Búdica). El Espíritu, que siempre ha sido tal en cualquiera de las Dimensiones y modalidades de vida y existencia, “regresa al Hogar”. Aquí no hay Entes, ni Campos energéticos, por pluriconscienciales o multidimensionales que sean, sino única y exclusivamente el Espíritu emanado del Ser Uno, sin división o fraccionamiento consciencial alguno y con toda su potencia creadora. El proceso de evolución del Ser y el Todo se experimentan como Uno hasta un nivel que no puede ser descrito con palabras. Amor, Paz Absoluta, Silencio Profundo, Consciencia Perfecta, Concentración Completa, Quietud y Movimiento, Todo y Vacío y Ser y No-Ser son atributos de esta Dimensión, en la que todo es Creación Creadora. Sobre la triada Unidad – Consciencia – Amor, se crean y generan aquí los patrones y matrices de luz y creadores de vida que en otras Dimensiones, como la Tercera, se manifiestan y materializan en las formas geométricas y energéticas y las redes que conforman la Geometría Sagrada.
+Octava dimensión (“D-DO”) o Absorción: La integración es total y el Espíritu es absorbido en el Ser Uno. Todo es Él: Él es todas las Dimensiones y subdimensiones y cada una en particular (retomando el ejemplo, Él es la octava musical, en su conjunto, y, por ende, cada nota musical y todas a la vez); y Él es la experiencia consciencial que se expresa y desenvuelve en infinitas experiencias y manifestaciones conscienciales que fluyen por las Dimensiones, los Multiverso y la Creación.”D-Do” es la Fuente, en toda su Pureza. No hay formas, sólo Amor; no hay “estar”, sino “Ser”, que indisolublemente es también “No-Ser”. Es lo Absoluto y lo Indeterminado: Todo y Vacío, Ser Uno (Nota de Isidoro de Sevilla: Concluye en esta Dimensión el proceso descrito en la parábola del sembrador de Cristo-Jesús: el fruto de la semilla, tras un colosal recorrido experiencial, consciencial y multidimensional que acontece en un momento presente continuo en lo que lo eterno se desenvuelve, es el propio sembrador, sin separación ni disociación posible. No hay vuelta al Hogar, pues Todo, sin excepción, es el Hogar).
Dixit Dominus
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Espero que hayáis disfrutado de los contenidos de esta breve síntesis de Dimensionis. En la próxima Crónica os daré cumplida cuenta del encuentro que, tras el estudio de tan antiguo texto y siguiendo lo aconsejado por Nimue, mantuve con Igraine a propósito del Principio Holográfico.
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